Despues de que el dia no pintara muy bueno, por que las primeras horas de la mañana caia una fina capa de agua sobre la ciudad,y que presagiaba poca afluencia, la cosa cambio poco a poco y fue despejandose junto al calor de las motos que iban llegando y llenando nuestro local, de amigos que exponian las piezas que querian vender, o de gente que observaban el mercadillo en busca de esa ganga o pieza que necesitaba y nunca encontraba, y asi se paso la mañana. Charla con amigos que solo se ve de vez en cuando, o que se chatean por internet, y que ya va siendo hora de tomar esa cerveza juntos, pues dije que le pagaria una cuando nos vieramos.
Algunos aprovecharon para ir de ruta despues de almorzar y aprovechar la mañana soleada que se quedo, y asi despues volver a la hora de la caña con nosotros. De esta manera se pudo pasar un domingo diferente a los de todas las semanas.
Sin duda volveremos a hacer un segundo mercadillo.
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